Page 37 - Discursos
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POR RAFAEL HERNÁNDEZ COLÓN
propio Congreso, el cual queda impedido de cortar los
lazos que unen a los puertorriqueños como ciudadanos
a los Estados Unidos de América.
La Corte Suprema ha cerrado el capítulo sobre
la pérdida de la ciudadanía. Queda cerrado también
en Puerto Rico el capítulo sobre la alegada falta de
permanencia del Estado Libre Asociado. Según la Ley
de Plebiscito, la ciudadanía es “la base primordial e
indispensable de la unión permanente entre Puerto
Rico y Estados Unidos”.
Si la ciudadanía no puede perderse, tampoco puede perderse la
unión permanente que está basada en ella.
Pero desgraciadamente los favorecedores de la
Estadidad no quieren resignarse al hecho de que la Corte
Suprema de los Estados Unidos les ha privado de su
argumento favorito. Me explico por qué no se resignan.
Han perdido un arma de engaño que consideraban
poderosa. Pero si el pueblo de Puerto Rico votara por la
Estadidad por estos temores que propalan los estadistas
en esta campaña, el Congreso cerraría las puertas a la
Estadidad para Puerto Rico porque los líderes estadistas
estarían presentando al pueblo de Puerto Rico como
indigno para ser estado de la Unión. El Congreso
admite a la Unión solamente a aquellos que quieren
la Estadidad como un fin en sí mismo, como un valor
propio, y no por el temor a la Independencia. El mayor
daño que se le pudiera hacer al buen nombre de Puerto
Rico es que se presentara un líder puertorriqueño al
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propio Congreso, el cual queda impedido de cortar los
lazos que unen a los puertorriqueños como ciudadanos
a los Estados Unidos de América.
La Corte Suprema ha cerrado el capítulo sobre
la pérdida de la ciudadanía. Queda cerrado también
en Puerto Rico el capítulo sobre la alegada falta de
permanencia del Estado Libre Asociado. Según la Ley
de Plebiscito, la ciudadanía es “la base primordial e
indispensable de la unión permanente entre Puerto
Rico y Estados Unidos”.
Si la ciudadanía no puede perderse, tampoco puede perderse la
unión permanente que está basada en ella.
Pero desgraciadamente los favorecedores de la
Estadidad no quieren resignarse al hecho de que la Corte
Suprema de los Estados Unidos les ha privado de su
argumento favorito. Me explico por qué no se resignan.
Han perdido un arma de engaño que consideraban
poderosa. Pero si el pueblo de Puerto Rico votara por la
Estadidad por estos temores que propalan los estadistas
en esta campaña, el Congreso cerraría las puertas a la
Estadidad para Puerto Rico porque los líderes estadistas
estarían presentando al pueblo de Puerto Rico como
indigno para ser estado de la Unión. El Congreso
admite a la Unión solamente a aquellos que quieren
la Estadidad como un fin en sí mismo, como un valor
propio, y no por el temor a la Independencia. El mayor
daño que se le pudiera hacer al buen nombre de Puerto
Rico es que se presentara un líder puertorriqueño al
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