Page 55 - Discursos
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POR RAFAEL HERNÁNDEZ COLÓN
mi nación, Estados Unidos —mi patria, Nueva York
y mi nación, Estados Unidos—. De solamente oír
estos conceptos aplicados a la Estadidad Federada,
advertimos inmediatamente que se trata de un absurdo
porque los estados federados constituyen una unidad
efectiva, histórica y de identificación política que hace
de la Nación y la Patria, una misma cosa.
Los Republicanos, tradicionales defensores de
la Estadidad, andan siempre disfrazados. Gustan de
los disfraces porque los necesitan. El pueblo de Puerto
Rico tradicionalmente ha rechazado lo que se esconde
detrás de esas caretas. Quieren ahora disfrazar su
asimilismo, indudablemente por consejo de sus Agentes
Publicitarios, con el invento de la “Estadidad Jíbara”.
Hablar de “Estadidad Jíbara” es como hablar de un
“Cólico Agradable”, una “Calentura Refrescante” o una
“Golpiza Cariñosa”: Tan disparate como disparate.
La realidad es que el liderato estadista está
traficando en demagogia: Se asume la defensa de la
cultura ante el pueblo porque se sabe que el pueblo
quiere que se defienda su cultura. No se le dice con
responsabilidad al pueblo que la tradición y política
firme observada por más de 160 años por el Congreso de
los Estados Unidos es contraria a que el idioma, que es el
alma de la cultura, pueda subsistir como idioma oficial
bajo la Estadidad. Por tanto, es demagogia manifiesta
apoyar la estadidad para Puerto Rico y al mismo tiempo
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mi nación, Estados Unidos —mi patria, Nueva York
y mi nación, Estados Unidos—. De solamente oír
estos conceptos aplicados a la Estadidad Federada,
advertimos inmediatamente que se trata de un absurdo
porque los estados federados constituyen una unidad
efectiva, histórica y de identificación política que hace
de la Nación y la Patria, una misma cosa.
Los Republicanos, tradicionales defensores de
la Estadidad, andan siempre disfrazados. Gustan de
los disfraces porque los necesitan. El pueblo de Puerto
Rico tradicionalmente ha rechazado lo que se esconde
detrás de esas caretas. Quieren ahora disfrazar su
asimilismo, indudablemente por consejo de sus Agentes
Publicitarios, con el invento de la “Estadidad Jíbara”.
Hablar de “Estadidad Jíbara” es como hablar de un
“Cólico Agradable”, una “Calentura Refrescante” o una
“Golpiza Cariñosa”: Tan disparate como disparate.
La realidad es que el liderato estadista está
traficando en demagogia: Se asume la defensa de la
cultura ante el pueblo porque se sabe que el pueblo
quiere que se defienda su cultura. No se le dice con
responsabilidad al pueblo que la tradición y política
firme observada por más de 160 años por el Congreso de
los Estados Unidos es contraria a que el idioma, que es el
alma de la cultura, pueda subsistir como idioma oficial
bajo la Estadidad. Por tanto, es demagogia manifiesta
apoyar la estadidad para Puerto Rico y al mismo tiempo
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