Page 93 - Discursos
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POR RAFAEL HERNÁNDEZ COLÓN
buscando apoyo con el mismo propósito a nombre de
la independencia de Puerto Rico, causa que resulta
simpática y atractiva para los países que lo integran.
Con total desfachatez ignoran y hasta niegan la libertad
política que prevalece en Puerto Rico y manejan
demagógicamente los índices económicos y sociales
para responsabilizar la condición política del país
de una alegada crisis de descomposición económica
y social, que existe por otra parte en la mayoría de
los países con un grado sustancial de desarrollo. Los
efectos de esta demagogia sobre la moral colectiva de
los puertorriqueños no debe subestimarse.
Por eso no nos resulta extraño que esta
Universidad plantee como tema de este simposio
sobre Puerto Rico la hipótesis de la crisis histórica. No
pueden ser exentos de responsabilidad por esa situación
ni el gobierno anexionista en el poder de Puerto Rico
ni el movimiento independentista que, impotentes
para convencer democráticamente a las mayorías
puertorriqueñas descargan sus frustraciones con
vejámenes y menosprecio hirientes contra el régimen
constitucional establecido y contra la sensibilidad de los
puertorriqueños que, abrumadoramente favorecemos la
asociación libre, voluntaria y democrática con Estados
Unidos.
Solo la voluntad del pueblo de Puerto Rico
puede proveer la respuesta a este estado de confusión e
incertidumbre, a esta crisis de propósito y dirección.
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buscando apoyo con el mismo propósito a nombre de
la independencia de Puerto Rico, causa que resulta
simpática y atractiva para los países que lo integran.
Con total desfachatez ignoran y hasta niegan la libertad
política que prevalece en Puerto Rico y manejan
demagógicamente los índices económicos y sociales
para responsabilizar la condición política del país
de una alegada crisis de descomposición económica
y social, que existe por otra parte en la mayoría de
los países con un grado sustancial de desarrollo. Los
efectos de esta demagogia sobre la moral colectiva de
los puertorriqueños no debe subestimarse.
Por eso no nos resulta extraño que esta
Universidad plantee como tema de este simposio
sobre Puerto Rico la hipótesis de la crisis histórica. No
pueden ser exentos de responsabilidad por esa situación
ni el gobierno anexionista en el poder de Puerto Rico
ni el movimiento independentista que, impotentes
para convencer democráticamente a las mayorías
puertorriqueñas descargan sus frustraciones con
vejámenes y menosprecio hirientes contra el régimen
constitucional establecido y contra la sensibilidad de los
puertorriqueños que, abrumadoramente favorecemos la
asociación libre, voluntaria y democrática con Estados
Unidos.
Solo la voluntad del pueblo de Puerto Rico
puede proveer la respuesta a este estado de confusión e
incertidumbre, a esta crisis de propósito y dirección.
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